Pan Blanco 1

Pan Blanco 2

La intención es que el pan blanco nos sacie más, no se digiera tan rápido sino que ofrezca energía más lento al organismo o lo que es igual, que posea un índice glucémico inferior y además, que sea fuente de buenos nutrientes. Para ello, podemos poner en práctica los siguientes trucos:

Combinar su consumo con frutas y/o verduras frescas tales como en un sándwich, una tosta o una simple rebanada a la que adicionamos hojas verdes, tomate y aguacate (u otros vegetales) para acompañar un vaso de leche como parte de una merienda o desayuno, sumaremos fibra, vitaminas y minerales.

Acompañar de proteínas magras el pan blanco como sumar a una rebanada de pan un poco de pechuga de pavo, queso fresco, clara de huevo, pechuga de pollo o atún para lograr una mejor calidad nutricional.

Tostar el pan para que éste exija mayor tiempo de masticación, pues aunque las tostadas no tienen menos calorías que el pan fresco sino que sólo pierden agua, son más duras y los alimentos duros sacian más y ayudan a controlar la cantidad consumida. Así, tostaremos el pan del desayuno, el que empleamos para un bocadillo o cualquier otra opción a lo largo del día.

Con estos trucos puedes volver más sano el consumo de pan y disfrutar de su ingesta sin perjudicar al organismo, pues te saciarás más, no tendrás picos de glucosa ni de insulina en sangre y obtendrás más y mejores nutrientes.

Y como bien sabes,… en nuestros Restaurantes y Tabernas Centenarios el pan es siempre importante para acompañar nuestras salsas y guisos.