Historia de los Restaurantes Centenarios de Madrid

España es una tierra rica en historia, cultura y, por supuesto, gastronomía. Entre sus muchas joyas, los restaurantes centenarios ocupan un lugar especial, no solo por su longevidad, sino también por su capacidad de transportar a los comensales a épocas pasadas. Estos establecimientos son más que simples lugares para comer; son custodios de tradiciones culinarias, escenarios de eventos históricos y auténticos monumentos de la gastronomía. Acompáñanos en este viaje a través del tiempo para descubrir la historia de los restaurantes centenarios de Madrid.

Botín: El Restaurante Más Antiguo del Mundo

Situado en el corazón de Madrid, Sobrino de Botín ostenta el título de ser el restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guinness de los Récords. Fundado en 1725, este establecimiento ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ha servido a personajes ilustres. Se dice que el famoso pintor Francisco de Goya trabajó aquí como lavaplatos antes de alcanzar la fama.

Botín ha mantenido su esencia a lo largo de los siglos, ofreciendo platos tradicionales como el cochinillo asado y el cordero lechal, cocinados en su horno de leña original. Este horno ha estado en funcionamiento continuo desde la apertura del restaurante, lo que añade un sabor único y auténtico a sus preparaciones. A lo largo de los años, Botín ha acogido a numerosos escritores, artistas y políticos, convirtiéndose en un punto de encuentro para la intelectualidad madrileña.

Casa Lhardy: Elegancia y Tradición

Fundado en 1839, Casa Lhardy es otro de los tesoros gastronómicos de Madrid. Este restaurante ha sabido combinar a la perfección la cocina española con influencias francesas, ofreciendo una experiencia culinaria sofisticada. Su famoso cocido madrileño es un plato imprescindible para cualquier visitante.

Casa Lhardy no solo destaca por su comida, sino también por su elegante decoración, que ha permanecido casi inalterada desde el siglo XIX. Las paredes revestidas de madera, los espejos dorados y las lámparas de araña crean un ambiente que transporta a los comensales a otra época. Este restaurante ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluidos encuentros secretos durante la Guerra Civil Española.

La Casa del Abuelo

Fundada en 1906, La Casa del Abuelo es una de las tabernas más icónicas de Madrid. Este establecimiento ha sido regentado por cuatro generaciones de la misma familia, manteniendo sus tradiciones culinarias intactas. Conocido por sus gambas a la plancha y al ajillo, La Casa del Abuelo se ha convertido en un destino obligado para cualquier visitante de la capital. Su vino dulce «El Abuelo» es también una tradición que ha perdurado desde su apertura. Este restaurante no solo ha sido un lugar de encuentro para los madrileños, sino que también ha jugado un papel importante en la cultura de las tapas en Madrid, siendo un lugar donde varias generaciones han aprendido a apreciar esta forma de gastronomía.

​Casa Ciriaco

Ubicada en el número 84 de la Calle Mayor, Casa Ciriaco tiene una historia que se remonta a eventos dramáticos en la historia de España. El 31 de mayo de 1906, el anarquista Mateo Morral lanzó una bomba desde una ventana del edificio donde se encuentra el restaurante, dirigida al cortejo nupcial del rey Alfonso XIII. Aunque la bomba no alcanzó su objetivo, este evento quedó grabado en la memoria histórica del lugar. Casa Ciriaco abrió sus puertas como restaurante en 1929 y rápidamente ganó reputación por su cocina tradicional madrileña. Platos emblemáticos como el cocido madrileño y la gallina en pepitoria, una receta de más de cien años, son prueba de su compromiso con la tradición. Este restaurante también fue frecuentado por el famoso periodista y escritor Julio Camba, cuyas tertulias continúan como homenaje a su legado literario y gastronómico​.

Casa Labra

Con una historia que se remonta a 1860, Casa Labra es otro de los pilares de la tradición culinaria de Madrid. Originalmente conocida como Los Peregrinos, esta taberna se hizo famosa por sus platos de bacalao frito y croquetas de bacalao. En 1947, la familia Molina adquirió Casa Labra y ha mantenido su esencia desde entonces. Este lugar no solo es famoso por su comida, sino también por su relevancia histórica; el 2 de mayo de 1879, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue fundado clandestinamente en esta taberna. Hoy en día, Casa Labra sigue siendo un bullicioso punto de encuentro donde los madrileños disfrutan de sus especialidades tradicionales en un ambiente que respira historia.

La importancia de preservar la historia gastronómica

Los restaurantes centenarios de España no son solo lugares para disfrutar de una buena comida; son auténticos museos vivos que preservan la historia y la cultura del país. Cada uno de ellos cuenta una historia única, desde sus fundadores hasta los eventos históricos que han presenciado. Estos establecimientos han sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia, ofreciendo a los comensales una experiencia que va más allá de lo culinario.

Visitar un restaurante centenario es como hacer un viaje en el tiempo, donde cada rincón y cada plato cuentan una historia. Estos lugares nos recuerdan la importancia de preservar nuestras tradiciones y celebrar nuestra rica herencia cultural.