Pasear por las calles de Madrid es disfrutar de un pedacito de la historia. Por ellas han pasado numerosas civilizaciones entre las que destaca la musulmana, cuyo influjo se aprecia aún en sus calles con la falta de esquema cuadricular. No sería hasta el siglo XIX cuando de la mano del arquitecto Carlos María de Castro se dibujase con regla en mano la expansión de Madrid.
Uno de los precursores que se lanzaron a la edificación siguiendo el esquema cuadriculado fue José Salamanca, un burgués que lo apostó todo por el ladrillo y quien daría su nombre al famoso barrio Salamanca. Pasear hoy por esta zona de la ciudad, es sin duda introducirse en el lujo y el glamour, quién diría que la inversión del ladrillo inicial de este burgués en la calle Serrano, le llevaría a la bancarrota. Sin embargo, esta «mala inversión» sería el punto inicial de uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad. Lejos de lo que es hoy en día, en sus inicios no era más que una zona de Madrid en la que había establecimientos de carácter humilde como pueden ser los ultramarinos o las carnicerías.
El plan inicial de José Salamanca fue crear una zona residencial para la clase media. El burgués murió sin poder ver su obra terminada.
Lo que muchos no saben, es que en pleno siglo XX el barrio fue el primero en albergar uno de los fenómenos deportivos más importantes como el fútbol. De hecho, el Atlético de Madrid y el Real Madrid, dieron sus primeros pasos en los terrenos de juego descampados que había en esta zona de Madrid.