Pese a que estamos en plena primavera, parece que el buen tiempo se resiste a llegar para quedarse. A espera de que llegue, nuestros Restaurantes Centenarios siguen ofreciendo los tradicionales platos de cuchara entre los que destaca la sopa. Hoy os descubrimos la historia de este rico y sabroso plato.
Los primeros orígenes de la sopa, se remontan a la época de la Prehistoria, momento en el cual las personas descubrieron que si sumergían un trozo de carne, de pescado o de verduras en agua hirviendo, obtenían un alimento muy nutritivo. Según pasaban los años, las civilizaciones fueron personalizando su caldo en función de los ingredientes que empleaban en la cocción. Llama la atención que los griegos usaban sangre de animales, vinagre y hierbas aromáticas para la elaboración de este plato. Los romanos optaron por ingredientes más agresivos y era el plato típico por los pastores que diariamente consumían este manjar acompañado de cereales, garbanzos y/o verduras.
Ya en el siglo XVI, los caldos y las sopas tuvieron un gran auge de la mano del rey Francisco I de Francia quien, empezó a utilizar huesos de carne y verduras para la elaboración de esta receta, contribuyendo en la receta que conocemos hoy en día.
Y es que las sopas son una alternativa gastronómica ideal para disfrutar en cualquier momento del año. Según la densidad de las sopas, se pueden clasificar en:
- Sopas livianas: Son las más líquidas y reciben el nombre de caldo o consomé.
- Cremas: Una vez cocidos sus ingredientes, se trituran para dar consistencia al plato. En ocasiones, se emplea el uso de nata para añadir una textura más suave que favorezca la ingesta y la digestión.
Sea cual sea tu gusto, en nuestros Restaurantes Centenarios encontrarás la opción perfecta. ¡Te esperamos!