Cuántas veces paseamos por sus aceras, por la mañana camino del trabajo, a medio día para comer o ir de compras, por la noche después de salir de algún restaurante, del cine, del teatro.
Cuántas veces sin fijarnos en todo lo que nos ofrece una de las calles más transitadas de Madrid, la belleza de sus edificios, la delicia de su heterogeneidad, pases a la hora que pases siempre llena.
¿Has paseado alguna vez por la Gran Vía sólo por el hecho de disfrutarla?, levantar la cabeza y observar a los transeúntes, levantarla aún más y ver sus ventanas, balcones, áticos y azoteas.
La próxima vez que pases hazlo, observa y vive Madrid.